Hoy te traigo una receta muy fácil, que lleva poco trabajo y tiempo en la cocina además de sabrosa, al menos a mí me encanta y la hago con bastante frecuencia, unos guisantes con jamón serrano.
No voy a hablar del monotema, nos viene bien despistarnos un poco y pensar en otros temas más vanales, así que yo a lo mío, las recetas 😀
En Canarias a los guisantes los llamamos “arvejas”, este vocablo procede del castellano antiguo y del latín ‘ervilia’. Apareciendo documentado en escritos de literatura española al menos hasta la época clásica: “tiene por noble cosa lo que non vale una arveja” (libro del Buen amor de Juan Ruíz ).
Los guisantes o arvejas son una legumbre, ricas en proteínas vegetales, en fibra, y bajas en calorías, lo que las hace ideales para una dieta saludable y para mantener esos kilillos de más a raya.
Este plato lo puedes tomar como plato principal si lo haces abundante, como segundo o también me gusta mucho para la cena como plato único.
Yo lo sirvo con huevo duro y también me encanta con unas papitas fritas, aunque no siempre se las pongo, por aquello de mantener la línea 😉
En esta receta es importante utilizar jamón de buena calidad, ya que es el ingrediente que le va a dar todo el sabor, así que cuanto mejor sea ese jamón más rico estará el plato.
Normalmente uso guisantes congelados, y aunque ahora es la temporada no se consiguen frescos fácilmente.
Si te gustan los guisantes, te recomiendo esta otra receta muy canaria de arvejas compuestas, buenísimas y que suele gustar mucho a los niños, o este potaje de arvejas.
Sólo quiero decirte que mucho ánimo, que cocines, que la cocina entretiene y ayuda a evadirse y luego podrás disfrutar de esos ricos manjares que has preparado con la familia.
Y ahora más que nunca tenemos que cuidar nuestra alimentación.
No me enrollo más, vamos con la receta, así es como las preparo yo.
Receta de guisantes con jamón y huevo duro
Guisantes con jamón
Ingredientes
- 500 g de arvejas congeladas*
- 1 cda sopera de mantequilla
- 130 g de jamón serrano cortado en taquitos pequeños
- 4 huevos duros
- 4 papas pequeñas
- Sal al gusto
Elaboración paso a paso
- En un cazo ponemos los huevos, los cubrimos con agua y los ponemos al fuego para que se vayan guisando.
- Ponemos al fuego un caldero con agua abundante y sal, tapamos y una vez arranque a hervir añadimos los guisantes congelados*, tapamos de nuevo y esperamos a que vuelva a hervir, entonces calculamos unos 5 min. Prueba los guisantes y si están tiernos retíralos del fuego y escúrreles el agua.
- Mientras tanto cortamos el jamón* en taquitos pequeños y reservamos.
- Volvemos a poner los guisantes en el caldero y ponemos de nuevo al fuego, si es vitrocerámica o inducción con el calor residual es suficiente, añadimos la mantequilla y los taquitos de jamón y salteamos un par de minutos hasta que se haya derretido la mantequilla.
- Pelamos los huevos duros y los cortamos en rodajas.
- Servimos cada ración acompañada de un huevo duro y de papas fritas (esto es opcional).
Notas
- Los guisantes los puedes cocinar sin descongelar, directamente echarlos en el agua hirviendo.
- A mí me gusta más comprar un trozo de jamón y cortarlo yo, es de mucha mejor calidad que el que ya viene cortado, pero si no tienes tiempo el que viene ya troceado también vale.
Este plato me lo solía poner mucho mi mama cuando era pequeña, y lo odiaba con toda mi alma; Sin embargo, actualmente, lo preparo casi todas las semanas, no porque me guste el sabor, simplemente para recordar esos tiernos momentos con ella. Incluso compro el jamón en la misma tienda que ella lo hacia 20 años atrás para replicar el sabor de la mejor forma posible,
Allí y donde estés, te quiero mamá.
Muchas gracias Mar 😀
La verdad es que es de esas recetas super sencillas que siempre quedan ricas, sobre todo si usas un buen jamón 😉
un abrazo
Que receta más rica y fácil de hacer. Recomiendo hacer los taquitos con el jamón de alrededor del hueso… De rechupete!