Cómo saber si el pescado es fresco

Seguro que has oído alguna vez que “la cocina empieza en el mercado”, pues sí, es una gran verdad, el éxito del plato depende en un porcentaje alto de la calidad del producto utilizado y cuando hablamos de pescado aún más.

No cabe duda que saber comprar es una habilidad que se adquiere con el tiempo y la práctica, como todo, vaya!. No sé si a ti te ha pasado también, pero yo he tardado lo mío en aprender a comprar y a preparar bien el pescado.

Antes, cuando no tenía ni idea de comprar pescado, usaba 2 tácticas, la primera, preguntar directamente al pescadero-a, confiando siempre en la buena voluntad del vendedor, y la segunda, fijarme en lo que compraba la señora de turno 🙂 pensaba que ellas, señoras como mi abuela o mi madre sabían lo que compraban.

Pero como comprenderás ninguna de estas 2 tácticas es muy fiable, ya que te puede tocar el pescadero listillo que solo quiere vender o la señora que no tenga ni idea, que también las hay. O que en ese momento estés sola en la pescadería, y ¿a quien miras? así que no hay nada como tener criterio propio, y por eso quiero darte estos buenos consejos para que no tengas dudas a partir de ahora.

En teoría las pescaderías deberían tener junto a cada pieza una ficha con el nombre del pez, la fecha de captura, el origen y la caducidad, ¿pero tú lo has visto?.

A veces está otras no, pero nunca con toda la información que deberían llevar, sólo lo cumplen los envasados, aunque debería estar en todos, en fin como en España somos como somos, este tipo de cosas pues se la saltan a la torera.

Hay que tener en cuenta que cada pescado tiene características propias, pero en general estas recomendaciones valen para todos, yo en lo que más me fijo es en el ojo, la piel y el olor, ya que para apreciar el resto de cualidades hay que palpar, y no siempre es posible ¡feliz compra!!

Cómo saber si el pescado es fresco:

1. Fíjate en la piel.

Tiene que estar tersa, los colores vivos, atornasolados, no deben haber zonas con decoloraciones.

2. La mucosidad cutánea.

Debe ser acuosa y transparente.

3. Mírale a los ojos.

Yo a veces cuando llego a casa con un pescado muy bueno, digo de broma, “es que me miró a los ojos y me dijo llévame por favor”. El ojo no miente, debe ser saltón, que sobresalga, con la pupila negro brillante (nunca cojas un pescado con los ojos hundidos o turbios).

4. Las agallas.

Deben ser de color rojo vivo, brillantes y sin mucosidades.

5. La piel interna del vientre.

Debe ser lisa, brillante y difícil de separar de la carne.

6. La carne.

Tiene que ser firme, elástica y de superficie lisa.

7. El olor.

A algas marinas, a mar, nunca a pescado fuerte. Y te estarás preguntando, ¿como es el olor a algas y a mar? pues aprenderás a identificarlos, no te preocupes, es un olor agradable, ten en cuenta que el olor fuerte es de las primeras cosas que te deben hacer sospechar.

Y NO COMPRES NUNCA UN PESCADO SI PRESENTA ALGUNA DE ESTAS CARACTERÍSTICAS:

  • Color de la piel apagado o muerto.
  • Mucosidad cutánea gris amarillenta, opaca.
  • Agallas de color grisáceo-amarillento.
  • Piel interna del vientre separada de la carne o rota.
  • Carne flácida, opaca o rugosa.
  • Olor a amoniaco.

 

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Fuente: “Pescados blancos” Cocina de EL PAIS.

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