Pela los ajos y la cebolla y pícalos pequeñitos. En un caldero u olla pon 3 o 4 cucharadas de aceite de oliva virgen extra y sofríe primero los ajos hasta que estén dorados.
Añade la cebolla troceada y rehoga a fuego lento.
Mientras tanto pela las papas*, lávalas bien y córtalas en 4 trozos. Añádelas a la fritura y rehoga ligeramente 1 minuto.
Añade el agua y sal al gusto y guísalas hasta que las papas estén hechas. Yo lo hice en olla rápida y lo dejé 6 minutos desde que empezó a salir el vapor. En olla normal (sin vapor), tardará entre 20 y 30 minutos aproximadamente dependiendo del tipo de papa.
Mientras tanto, monta las claras a punto de nieve con una pizca de sal.
Cuando las papas estén hechas, tritura con la batidora hasta que quede un puré muy fino, si lo ves muy espeso puedes añadir un poco más de agua. Pruébala y rectifica de sal si fuera necesario.
Sirve la crema con una o varias nubes de claras montadas por encima y trufa rallada.
Notas
* Si no encuentras papas negras puedes usar cualquier otra. Si vas a usar papas negras, búscalas de las mayores para que te sea más fácil pelarlas. Las papas negras tienen una superficie muy irregular llena de hoyitos que las hace difíciles de pelar.* Esta crema lleva bastante agua porque la papa suelta fécula durante su cocción, que es un espesante natural. Por lo que te puede quedar muy espesa si no pones agua suficiente. La cantidad que está indicada en la receta queda bien.* La trufa fresca de buena calidad es difícil de encontrar y bastante cara, la puedes conseguir en tiendas gourmet. Si no, en las grandes superficies suelen tenerla envasada en frasquitos pequeños, viene en su jugo, esta es mucho más asequible y da el pego (es la que yo usé).