Pesa el salmón* y elimina todas las espinas.
En un bol mezcla la sal con el azúcar.
Coge una fuente o bandeja donde quepa bien el lomo del salmón. Coge un trozo de film transparente, lo suficientemente grande como para envolver la pieza.
Coloca el film en la bandeja, añade la mitad de la mezcla de sal y azúcar y aplana ligeramente con una cuchara. Coloca el lomo de salmón encima con la piel hacia abajo.
Reparte sobre el pescado la ralladura de la naranja y el limón y la ralladura de las beterradas sin piel (pueden estar cocidas o crudas).
Ahora cubre con el resto de la mezcla de sal y azúcar, intentando que no quede ningún hueco. El pescado tiene que quedar completamente cubierto.
Ciérralo bien con el film, como si lo estuvieses envolviendo, y ponle peso encima (un par de paquetes de legumbres, un par de tetrabricks de leche, etc) y lo introduces en la nevera entre 12 y 24 h. * El tiempo dependerá de lo gruesa que sea la pieza, cuanto más gruesa más tiempo, en ningún caso deben ser más de 24 h para que no se reseque en exceso. Pasado el tiempo del marinado, saca el salmón de la nevera, retira la sal y limpia el pescado bajo el grifo; luego sécalo muy bien con papel de cocina o con un paño limpio.
Retira la piel y corta el pescado en lonchas finas y disponlas en una fuente de servir bonita.
Y listo!
Acompáñalo de una salsa de mostaza y eneldo o de yogur, también le va bien una salsa tártara.