Lavamos las hojas de albahaca, las secamos bien y las picamos con una picadora o batidora lo más pequeña posible.
En un bol mezclamos bien la harina con la albahaca triturada, añadimos los huevos y el aceite, mezclamos y amasamos con las manos hasta que conseguimos una masa manejable. Formamos una bola, la envolvemos con film transparente o con una bolsa de plástico y la dejamos reposar en la nevera un mínimo de 15 minutos.
Una vez reposada la masa, la extendemos sobre una superficie enharinada lo más fina posible con la ayuda de un rodillo o con una máquina de hacer pasta si dispones de ella.
Cortamos la masa en tiras anchas como de 2 cm. aproximadamente. Para esta tarea mejor ayúdate de algo que sirva como guía, una varilla de madera larga, una regla o cualquier utensilio recto para que las tiras te queden más o menos uniformes, yo no hice y así me quedaron ;-) Los bordes que quedan más feos podemos volver a amasarlos y estirarlos para aprovechar al máximo la masa.
Dejamos reposar*. Mientras tanto ponemos a calentar abundante agua (unos 3 litros aproximadamente) en un caldero grande, cuando arranque a hervir, añadimos sal al gusto, introducimos las tiras de pasta con cuidado y cocinamos durante 2 o 3 minutos*. Escurrimos la pasta y reservamos.