Buñuelos de queso
Receta de buñuelos de queso, una receta tradicional de Semana Santa, elaborada con harina, huevos, azúcar y queso.
Tiempo de preparación30 minutos min
Plato: dulces, dulces de Semana Santa, masas fritas
Cocina: Canaria / española
Keyword: buñuelos de queso
Servings: 30 buñuelos
Author: Rosa Ventura
Para los buñuelos
- 250 g de queso tierno*
- 250 de harina Esponja flor de Comeztier*
- 50 g de azúcar
- Una pizca de sal
- 1 cucharadita de canela en polvo
- La ralladura de un limón
- 2 huevos grandes
Para el almíbar
- 200 g de azúcar
- 200 g de agua
Otros
- Aceite para freír preferiblemente de oliva virgen
Pon en un bol el queso tierno desmenuzado o el requesón, tritúralo un poco con un tenedor o con una batidora de mano (no es necesario que se quede como una crema, simplemente suelto).
Añade la harina, el azúcar, la sal, la canela y el limón, y remueve todo hasta que esté bien mezclado.
Bate los huevos como para tortilla y se los incorporas a la mezcla, removiendo hasta que quede todo bien integrado. La masa que queda es espesa y algo densa.
Pon aceite abundante en una sartén y cuando esté caliente, vas añadiendo bolitas de masa, para ello te puedes ayudar con dos cucharas. No las hagas muy grandes, más o menos del tamaño de una nuez. Cuando estén doradas por todos lados, las vas poniendo sobre papel absorbente.
Al mismo tiempo, puedes ir preparando el almíbar. Pon el azúcar y el agua en un cazo al fuego. Primero a fuego fuerte y en cuanto empiece a burbujear lo bajas un poco. El almíbar debe alcanzar el punto de hebra fina*, esto es cuando llegue a los 103 ℃-105 ℃. Entonces retíralo del fuego y reserva.
Pon los buñuelos en un cuenco y vierte por encima el almíbar, y listo.
- Sobre el tipo de queso. En algunas de las recetas que he consultado le ponen queso curado rallado y en otras, queso tierno. Aunque yo he usado requesón de cabra.
- Puedes usar harina normal añadiendo una cucharadita de levadura, o cualquier harina de repostería.
- Lo ideal para comprobar el punto del almíbar es hacerlo con un termómetro, pero si no tienes, lo puedes hacer manualmente. Coge un vaso con agua fría y hielo, y mójate los dedos índice y pulgar y pon en ellos una pequeña cantidad de almíbar, junta los dedos y si al separarlos el almíbar forma una hebra, ese es el punto. Ten cuidado de no quemarte, por eso es importante que tengas los dedos muy fríos.