Prepara el café con una cafetera espreso*.
Precalienta el horno a 180 °C, con calor arriba y abajo.
Engrasa el molde. Puede ser con aceite y una brocha o mantequilla o spray desmoldante*
Separa las claras de las yemas.
Pon en un bol o en el vaso de la batidora las yemas, junto con el azúcar y la nata y bate con una batidora de varillas unos 5 min.
Incorpora la mantequilla y bate 1 min más.
Añade el café y remueve hasta que esté bien mezclado.
Agrega la harina tamizada junto con la levadura y bate un poco más hasta que la mezcla sea homogénea. Reserva la mezcla.
Bate las claras a punto de nieve con una pizca de sal hasta que estén firmes.
Incorpora las claras montadas a la mezcla reservada en varias tandas y con movimientos envolventes, hasta integrarlas completamente.
Vierte la masa en el molde, da unos golpecitos sobre la encimera y mete en el horno en la zona del centro.
Hornea unos 30 o 35 min. Pincha con un cuchillo para comprobar que esté hecho, si sale limpio ya estaría.
Retira del horno y ponlo sobre una rejilla. Deja enfriar 10 min y desmolda. colócalo sobre la rejilla para que termine de enfriarse del todo.
Y listo, cuando esté totalmente frío puedes espolvorear por encima un poco de azúcar glas para un acabado más bonito.
Y a disfrutar del momento.