Ponemos a calentar abundante agua en un caldero grande para guisar la pasta.
Cuando el agua arranque a hervir, añadimos sal gruesa (preferiblemente sal marina), un chorro de aceite de oliva y vamos introduciendo en el agua las láminas de lasaña de una en una, removemos con cuidado de vez en cuando para que no se peguen, el tiempo de cocción será el que indique el paquete, generalmente suele ser 7 u 8 minutos. Una vez transcurrido este tiempo escurrimos bien la pasta en un colador grande y la remojamos con agua fría para parar la cocción y que la pasta no se pase. Luego extendemos un paño de cocina limpio y seco sobre la encimera y vamos colocando las láminas de pasta sobre él, para que no se peguen.*
Mientras se calienta el agua, picamos los ajos y la cebolla y los rehogamos en una sartén con 2 o 3 cucharadas de aceite de oliva.
Añadimos la carne picada, la sazonamos con la sal, la pimienta y el orégano y removemos hasta que se haga. Añadimos el Jerez seco y a fuego fuerte esperamos a que se evapore todo el líquido.
Añadimos el tomate frito o natural triturado, dejamos que se ligue todo bien unos 5 minutos aproximadamente y reservamos.
Por último, preparamos la bechamel.