Que sería del verano sin el gazpacho o la ensaladilla ¡pues un desastre! Jaja.

Son esas recetas de siempre que tanto apetecen y sientan tan bien cuando el calor aprieta.

Hoy te traigo una receta de ensaladilla diferente a la clásica ensaladilla rusa, para que varíes un poco, ya verás que rica está, es una ensaladilla de remolacha o beterrada como la llamamos por aquí.

La remolacha ahora además está de temporada, a mí me encanta, sobre todo ese color tan increíble que tiene.

Y si te gusta esta hortaliza te gustará mi gazpacho de beterrada, muy rico y nutritivo, o esta crema que asombra por su color.

Pero quizás no hayas cocinado nunca la remolacha, ya que fresca no es muy habitual verla en los supermercados, suele venir ya cocida, envasada al vacío o en conserva, pero yo te recomiendo que si la encuentras, la compres fresca y la cocines tú, siempre será mucho mejor, así que te cuento cómo se cocina.

Cómo cocinar remolacha

Aunque la remolacha se puede consumir cruda, rallada en ensaladas o licuada en zumos, lo más habitual es cocinarla, aunque al hacerlo siempre se pierden nutrientes.

La mejor forma de cocinarla para que no pierda su bonito color, ni nutrientes, es entera, con piel y parte del tallo.

Simplemente tienes que lavarlas, ponerlas en una olla, cubrirlas con agua, tapar la olla y esperar a que estén tiernas.

Lo ideal es usar una olla exprés porque se acortará mucho el tiempo de cocción ya que son bastante duras y al cocinarlas enteras, si son grandes, tardarán bastante en hacerse.

Deben quedar hechas pero firmes. Una vez cocinadas se le quita la piel, que sale sola, se le corta la parte trasera, y se meten en un tuper y a la nevera.

Duran bastante tiempo, las puedes añadir a cualquier ensalada, hacer un hummus de remolacha que está riquísimo, un gazpacho o esta ensaladilla de remolacha que te traigo hoy 🙂

Y cambiando de tema, me gustaría hablar de cómo reducir el consumo de plásticos en nuestras cocinas.

 

Reducir y reutilizar

Siempre se habla mucho de reciclar, que es fundamental, pero igual de importante es reducir y reutilizar.

Reducir nuestra huella ambiental y reducir el consumo de cosas, sobre todo de cosas que son de usar y tirar.

Hace ya muuuuchos años, cuando yo era pequeña, las cosas eran de otra manera, España era mucho más pobre y se valoraba más lo que se tenía, con esto no quiero decir que tengamos que volver a la pobreza, no, pero si tomar consciencia.

Antes las cosas se fabricaban para que duraran toda la vida, y si se rompía algo se arreglaba, una y mil veces. Hoy si se rompe algo, se va directo a la basura porque no es rentable arreglarlo y porque ya no encuentras quien arregle nada.

Vivimos en un sistema insostenible, basado en el consumo y la producción en serie de objetos con obsolescencia programada que nos han impuesto, y que es totalmente inmoral, cuando hay tecnología demostrada para crear productos que duren toda la vida.

Pero a pesar de este sistema que nos han impuesto podemos hacer muchas cosas para reducir el consumo.

Por ejemplo, no usar platos, vasos y cubiertos de plástico, sólo se usan una vez y se van a la basura.

A la hora de hacer la compra, lleva siempre tus bolsas reutilizables, por suerte ya hay algunos supermercados donde te dejan llevar tus propios envases y bolsas.

El plástico nos invade por todos lados, todo está envuelto en plástico, es un horror, ¿de verdad es necesario que todo venga envuelto en varias capas de plástico?

Está claro que no, y que hay alternativas.

Yo he empezado mi particular cruzada contra el plástico, y a parte de llevar mis propias bolsas al supermercado, en casa he dejado de usar film para cubrir los alimentos.

De repente me di cuenta un día de la cantidad de film transparente que consumía y decidí ponerle freno y he buscado alternativas.

Compré una tapas de silicona que venden en Ikea, que sirven para varios formatos y que hacen el vacío, están geniales, el único problema es que no hay de muchos tamaños.

También compré por Internet otras tapas de silicona elástica que se adaptan a diferentes diámetros.

Y cómo no los tuppers de toda la vida, ahora cuando quiero guardar restos de comida en la nevera, los pongo en un tuper y listo. Se conservan mejor y además ocupan menos sitio en la nevera y está más organizada.

Yo tengo una buena cantidad de ellos, porque sobre todo los uso para esto, aparte de para llevar la comida al trabajo o para ir de excursión.

Siempre he sido fan de la marca tupperware®, fueron los pioneros, los que inventaron este sistema, y que además lleva su nombre. Siempre han sido de una calidad excepcional, que siguen manteniendo y estos si duran toda la vida.

 

Bueno y después de todo este rollo que te he metido hoy ya te dejo la receta 😀 que espero te guste.

Y tú ¿qué estás haciendo para reducir tu huella?

Nos vemos en los comentarios.

 

Receta de ensaladilla de remolacha y atún